La ilusión de la propiedad, Todo lo que tienes es prestado

Hoy en día es sumamente fácil creer que poseemos y somos dueños de todo lo que es parte de nuestra vida. Es sumamente fácil perderse en ese mar de información, presión y urgencia por la perfección, dándonos la falsa impresión de que todos y cada uno de los resultados de nuestros esfuerzos nos pertenecen.

Nada podría ser más distante de eso. Basta con entender que el pronombre "mi" implica posesión y, por lo tanto, que somos dueños de todo lo que le sigue. Mi esposa, mi casa, mi carro, mi título, mi dinero, mis gadgets... Este falso sentimiento de propiedad es incluso acentuado por todos los medios y redes sociales.


Este es el articulo del momento, único y todo mundo lo quiere, cómpralo y destaca entre los demás aún y cuando haga lo mismo que uno 90% más barato, pero con mejor cámara, que ni siquiera sabes usar.

¡Sé tu mejor versión! Todo está al alcance de un clic y, si no lo haces, estás desaprovechando tu vida; aprovecha la oportunidad y destaca entre los demás.

Vemos infinidad de anuncios como estos todo el día y, poco a poco, se van arraigando en nuestra mente, así que cuando finalmente obtenemos dicho beneficio nos da un inmenso placer el poder decir "es mi objeto" o "es mi nuevo cargo".



Pero de vez en cuando llega ese golpe de realidad donde descubres que todo es prestado. Tu empresa ya no es tu empresa, te recuerdan que no era una relación familiar, sino una relación laboral, y ya no eres necesario. Aquel que un día fue tu cargo pasa a ser de alguien más. Aquel que un día fue tu sueldo pasa a ser de una y varias personas distintas. Tus ahorros pasan a ser el pago de alguien por sus bienes o servicios y te preguntas: ¿realmente era mío?

Disfrutar los momentos



La respuesta es no, nunca fue tuyo. Por eso es importante que disfrutemos los momentos. No se trata de dejar de buscar ser mejores o de darnos algún gusto por nuestros esfuerzos, sino de darle a lo que nos prestan el valor que merece. ¿Cuántas veces te compraste ese artículo que soñabas y, como niño pequeño, lo sacaste con tanta ilusión de su paquete para dejarlo en un rincón por el resto del tiempo?

¿Cuántas veces compraste el teléfono más caro porque tenía la mejor cámara y nunca aprendiste a utilizar todas las funciones de dicha cámara?

Lo más importante es que esto no solo aplica a la vida profesional, sino a tu vida personal.

Tu pareja también es prestada; si no le prestas la atención que merece y la disfrutas, un día dejará de ser tuya, ya sea que pase a ser de alguien más o que simplemente termine su tiempo en esta vida.

Así con nuestros hijos y todo lo que nos rodea.



Consejo:

  • Agradece lo que tienes en lugar de enfocarte en lo que no tienes.
  • Disfruta los momentos con las personas y cosas que te rodean.
  • No te aferres a las cosas materiales, ya que pueden ser tomadas en cualquier momento.

Una vez que comprendas que todo lo que has obtenido es prestado, serás capaz de disfrutarlo más, incluyendo los problemas. Hay pocas cosas que motivan el pensamiento, la creatividad o la reflexión como los problemas. Vale mucho la pena aprovechar la enseñanza y crecimiento que viene con ellos mientras están presentes en nuestra vida.

Si buscas mas articulos para reflexionar revisa el siguiente!

El arte de dejar ir: cómo las acuarelas me enseñaron a amar la imperfección


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